Hablamos con Emilio Estévez Martínez, director general de COPLANT, empresa que forma parte de nuestro patronato desde hace más de 10 años. COPLANT Galicia es una comercializadora y plataforma logística que distribuye planta ornamental desde el Baixo Miño a España y otros países de Europa como Francia, Portugal, Inglaterra, Holanda, Bélgica, Italia, Suiza o Noruega. La fortaleza de su logística permite colocar cualquiera de sus 1000 referencias vivas en 72 horas en cualquier punto de España, y en una semana en cualquier parte de Europa Occidental.
Fruto de la colaboración entre FEUGA y esta empresa con sede en el Baixo Miño nació el proyecto OC PLANT, centrado en el desarrollo de un sistema que permitiese controlar y monitorizar los costes de producción de planta ornamental, y la herramienta Market&Stock Plants, que tenía como objetivo planificar stocks futuros de planta ornamental, en función de las tendencias que observan en el mercado. Ambos desarrollados gracias a financiación a través de Proyectos Piloto de la Axencia Galega de Calidad Alimentaria, AGACAL.
COPLANT inició actividad en 2004. ¿Cómo valora su evolución y la del sector en estos 20 años?
La evolución es espectacular. COPLANT tiene dos fases; la de apertura fue en el 2004, que es cuando se unen los principales viveros de la zona con el objetivo de agrupar la marca y montan una S.L. para facturar servicios en común; pero realmente la apuesta por COPLANT empezó en 2007 cuando se decide que sea una empresa independiente en la operativa, contratan personal externo y, sobre todo, deciden que converjan los clientes.
En 2007 me incorporo yo como director general y la apuesta es significativa ya en la oferta de la vacante. Buscan un ingeniero industrial, no piden un agrónomo, por ejemplo. Ya tienen claro que quieren hacer una empresa con sesgo en industrialización. Es ahí cuando empezamos un proceso para mí muy interesante y con un componente académico también. Yo soy profesor en el máster de logística en la UVigo, y para mí es una aventura muy bonita montar un sistema de just in time y de lean manufacturing para conseguir que nuestras plantas lleguen a los lugares de Europa y de España en el menor tiempo posible y con la mayor frecuencia de rotación. Estoy muy agradecido por la confianza, ya que la mayoría de las empresas que conforman COPLANT son agrícolas y montar todo esto para ellos era ciencia ficción. Gracias a la buena voluntad de todos, al final llegamos y en ese primer año en el que trabajamos no solamente yo, sino mi equipo, facturamos 2,7 millones de euros y ahora, 15 millones.
Esa es la evolución no menor que hemos tenido, gracias precisamente a ese sistema de rotación en el que nosotros somos el just in time más exigente de España en el mundo de la planta. Sobre pedido, entregamos en 72 horas en cualquier punto de España y en la propia semana en cualquier punto de Europa Occidental, con lo que yo llamo la “ley de la millonésima”: tenemos más de mil referencias y más de mil clientes, con lo cual hay una millonésima posibilidad de que se repita cada línea de pedido. Y no somos una empresa de paquetería; COPLANT vende trailers con carros normalizados de plantas.
La exigencia logística viene de la buena voluntad de trabajo en todas las fincas del Baixo Miño, de la capacidad de gestión de COPLANT y de acuerdos de la Universidad de Vigo, que es donde FEUGA entra. La fundación ha sido no solamente la entidad que ha buscado las subvenciones, sino coordinado los proyectos de investigación que nos han permitido todo este just in time documental. Los sistemas documentales son “hijos” de FEUGA, que han conseguido conectarnos con la universidad. También el equipo de la fundación ha coordinado partes de los proyectos. Para mí tanto Luis Carbia como Gonzalo Barrio, ahora ya disfrutando de su jubilación, han sido personas determinantes. Les estoy personalmente muy agradecido por la gran relación que tenemos y por la ayuda. Han sido fantásticos profesionales que nos ha permitido que nosotros seamos capaces de mantener un just in time documental en un sector donde los ERPs convencionales no sirven. Nuestros productos crecen; nadie tiene una caja de tornillos que a la semana siguiente cambie de calibre.
Con esa gestión de la información, ser capaz de tener mil referencias vivas, de las 3000 referencias que tenemos, y más de mil clientes activos todo el año, pues ha sido lo que nos ha permitido ese crecimiento tan brutal y que la planta del Baixo Miño esté de moda en toda España y en muchísimas partes de Europa.
¿Qué ha supuesto para COPLANT poder contar con financiación a la I+D+i?
Para nosotros contar con FEUGA no ha sido un tema ni cuantitativo ni cualitativo; ha sido un tema de todo o nada, es decir, no lo hubiéramos hecho. Nosotros no teníamos esa sensibilidad. Conocemos a Gonzalo Barrio y nos abre los ojos de una posible colaboración y, finalmente, la llevamos a buen término. Ya el primer proyecto que hicimos lo ejecuta Luis Carbia. Llevan los dos con nosotros desde el año 2012, así que una relación de 13 años de éxito. Nos ofrecieron participar en el Patronato de FEUGA y aceptamos, por supuesto.
¿Qué ha aportado a COPLANT contar con una colaboración tan cercana con FEUGA, formando parte del patronato de la fundación?
FEUGA para nosotros es clave en el campo tecnológico. Para mí como directivo es importante poder asistir a esas conferencias tan potentes que se ofrecen a los miembros del patronato y el networking posterior. Me parece muy interesante que FEUGA te ayude a gestionar ayudas no tecnológicas, un ámbito que creo que se abrió con nuestros proyectos y que es todo un orgullo para COPLANT. FEUGA actúa para nosotros como una consultora de subvenciones global. La parte de talento de la fundación es un éxito total y es un placer estar implicados.
¿Tienen previsión de acometer algún otro proyecto en el futuro cercano? ¿En qué ámbitos debe innovar el sector para ser más competitivo en un mercado tan global y exigente?
Tenemos ya abierta una nueva línea de trabajo con Innovación y Proyectos Nacionales. Espero que en breve comencemos a trabajar con la Escuela de Ingenieros de Ourense para darle una nueva vuelta a nuestro sistema de just in time y de lean manufacturing para estar al tanto de las nuevas tecnologías del sector. Estamos ya trabajando en ámbitos como la digitalización de nuestro almacén, de la venta online, nuevas herramientas de marketing… Queremos volver a trabajar con FEUGA en este proceso de agrupación de diferentes tecnologías.
¿Qué le recomendaría a otras PYMEs que están pensando en dar un salto y buscar nuevas opciones innovadoras para su negocio?
Lo primero es que el directivo de pequeña empresa no debe tener miedo a la tecnología. No tiene que conocer la tecnología, debe contratar a quien la conoce. Empresas tecnológicas en Galicia las hay y muy buenas, y el empresario puede tener la suerte de contar con una que le permita desarrollos fantásticos. Pero si no sabe o no tiene a quién contratar, FEUGA tiene esa capacidad de conectar, de transmitir conocimiento, y de juntar al que conoce y al que necesita el conocimiento, y eso es algo ultra eficiente. La fundación es una herramienta fantástica que además te sirve en lo grande y en lo pequeño. Nosotros hemos recibido siempre el mismo cariño en proyectos de más y menos tamaño; no hay que tenerle miedo a la transferencia del conocimiento y de la tecnología.
