Resultados prometedores en el uso de descartes de algas marinas como fertilizante y agente protector contra el mildiu

03/08/2023

El proyecto ALGATERRA llega a su fin. Tras más de dos años de trabajo, en los que las entidades participantes en este proyecto, lideradas por la empresa PORTO-MUIÑOS S.L., han trabajado en el desarrollo de nuevos fertilizantes y bioestimulantes basados en extractos de algas, se puede concluir que los resultados alcanzados son alentadores.

ALGATERRA nació con el objetivo de elaborar nuevos insumos agrícolas a partir de descartes procedentes del procesado de algas para uso alimentario, que pudiesen ser utilizados tanto en agricultura ecológica, como en agricultura convencional sostenible; de tal forma que a partir de estos descartes se generase un nuevo valor añadido para los recursos ecológicos de alta calidad.

Desde hace ya varios años, España lidera el sector de la agricultura ecológica en Europa, dedicando una gran extensión de terreno a este tipo de cultivos. Los insumos utilizados en este tipo de agricultura deben superar dos importantes hándicaps, cumplir con la normativa vigente y ser de fácil alcance para los agricultores del sector. En este sentido, y partiendo de la amplia experiencia y tradición que los agricultores de la costa gallega tienen, en cuanto al uso de un recurso tan natural y ecológico como son las algas marinas aplicadas como fertilizantes en sus plantaciones, surgió la idea del proyecto ALGATERRA.

Algunas de las especies de algas seleccionadas para desarrollar este proyecto han sido wakame (Undaria pinnatifida), lechuga de mar (Ulva rígida) o kombu (Laminaria ochroleuca), pertenecientes a distintos grupos de algas con propiedades bien diferenciadas entre sí, y que proceden de los descartes de los procesos productivos de la empresa PORTO-MUIÑOS: lechuga de mar (18 toneladas/año), wakame (16 toneladas/año), musgo de mar (1 tonelada/año) y Saccorhiza polyschides (500 kg/año), además de otras especies en menor cantidad.

Bajo las premisas de mínimo procesamiento del producto para evitar la pérdida de sus propiedades, y la producción de un menor impacto en el medio ambiente, se han desarrollado los nuevos insumos agrícolas a partir de estos subproductos que contienen grandes beneficios para las plantas y el suelo.

Inicialmente se trabajó en la producción de extractos de algas a escala laboratorio y piloto para aplicar en cada cultivo, realizando asimismo ensayos de crecimiento inducido, de tal forma que se pudiese conocer el rango de actividad y de toxicidad de los mismos; así como pruebas para encontrar las dosis óptimas.

Tras realizar los correspondientes análisis de control de calidad sobre las algas almacenadas, y en base a los valores medios de nutrientes, metales y microbiológicos obtenidos, las algas preparadas en sus diferentes formatos (como fertilizante en campo, como componente de sustrato de cultivo y como bioestimulante) se ensayaron en campos de plantación de patata, lechuga y vid. Las formulaciones y el cálculo de las dosis se realizaron en función de las necesidades nutricionales de cada cultivo, teniendo además en cuenta los resultados de análisis de suelos y las características nutricionales de las algas.

Los resultados del empleo de las algas, ya sea como componente de sustrato o como fertilizante, son prometedores. Cabe destacar especialmente su capacidad de aumentar la aireación del sustrato a medida que la dosis de algas es mayor, lo cual resulta muy útil para airear sustratos que tienden al encharcamiento.

Los efectos de las algas deshidratadas como fertilizante han mostrado impactos similares o mejores que el tradicional estiércol de vacuno en cultivos de lechuga y patata.

Asimismo, los ensayos con bioestimulantes están dando unos resultados significativamente positivos y muy prometedores en los cultivos objetivo del proyecto, como el incremento del 74% de la producción de patata comercial con respecto a la muestra de control o el aumento del 48% en el peso de la lechuga con respecto a parcelas control.

En las siguientes fotografías se puede apreciar el diferente aspecto de la plantación de la patata variedad Agria en una parcela de una de las entidades participantes en este proyecto. Por un lado, en la imagen de la izquierda se puede observar el aspecto de la parte aérea del cultivo de patata en el que no se ha aplicado ningún tratamiento (parcela testigo); en la imagen de la derecha se aprecia el cultivo de patata en el que se ha aplicado uno de los extractos de algas ensayados como bioestimulante (B2).

En los ensayos en la vid no se observaron diferencias significativas entre el testigo y las plantas con fertilizante de algas, pero sí al aplicar los bioestimulantes, tanto en maceta como en campo. Se observó un efecto positivo, aumentando la longitud del brote y tamaño de las hojas.

Uno de los resultados más prometedores del proyecto es el potencial del extracto de algas como agente protector y/o preventivo contra enfermedades fúngicas de la vid, ya que se observa menor incidencia de Mildiu con los bioestimulantes, especialmente si se aplican antes que el inóculo de hongo.

Según esto, y en base a los resultados obtenidos en las pruebas realizadas durante la ejecución del proyecto ALGATERRA, se puede determinar que la aplicación de principios activos procedentes de algas marinas a los diferentes cultivos con los que se ha trabajado ejerce efectos positivos sobre las plantas a muy baja concentración.

En consecuencia, se puede concluir que ALGATERRA se presenta como una alternativa viable para dar respuesta a la demanda de los agricultores en sistemas de agricultura ecológica, haciendo más sostenible de manera ambiental, social y económicamente la actividad en torno a la industria de las algas marinas gallegas, en el marco de una economía verde y circular.

En la ejecución del proyecto ALGATERRA, además de nuestra sede y la empresa PORTO-MUIÑOS, S.L., han participado también la Universidad de Santiago de Compostela a través del Grupo de Investigación de Agronomía y Ciencia Animal, la Misión Biológica de Galicia, Horta da Lousa, Riveiro Ecológicos y Adegas Terra de Asorei.

El proyecto está financiado por la convocatoria de ayudas para el apoyo de proyectos piloto, desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías en el ámbito agroforestal, cofinanciadas con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), en el marco del Programa de desarrollo rural (PDR) de Galicia 2014-2020. La Consellería do Medio Rural es el órgano de la Administración gallega al que le corresponde proponer y ejecutar las directrices generales en el ámbito rural y engloba las competencias en materia de agricultura, ganadería, desarrollo rural y ordenación comarcal, estructuras rurales, industrias agroalimentarias y forestales, montes y prevención y defensa de los incendios forestales.